domingo, 25 de septiembre de 2011

Paradojas de un hombre solo en obra ecuatoriana

Miércoles 07 de septiembre del 2011Arte y cultura

Jaime Gómez Triana para EL UNIVERSO   

El actor Carlos Cacho Gallegos presentó el unipersonal Barrio Caleidoscopio, el pasado lunes, en el Centro de Arte.
Una poética muy singular caracteriza el trabajo escénico del actor Carlos Cacho Gallegos quien presentó en esta 14º edición del Festival Internacional de Artes Escénicas de Guayaquil 2011 la puesta Barrio Caleidoscopio en la que funge como director, autor e intérprete.

La nueva propuesta subraya, desde el punto de vista temático, el conflicto del hombre consigo mismo a partir de la presentación de un personaje esquizofrénico que, día a día, se ve obligado a conjurar sus propios miedos.

Especializado en el trabajo unipersonal, Gallegos logra seducir al espectador con una actuación en la que junta emoción y una detallada partitura físico-gestual que contribuye a expandir el espacio más allá de los límites impuestos por el propio concepto del montaje.

La puesta es absolutamente minimalista y concentrada en lo esencial. Apenas una silla y el trabajo de la luz que recrea ambientes y acentúa la acción sostenida esta vez aquí el puro acto de imaginar.

Mundo y vida soñados se articulan aquí como una estrategia que permite a este antihéroe contemporáneo abandonar su roca, aquella que impide escapar al Prometeo del siglo XXI, y construir una realidad paralela en la que las acciones más comunes y cotidianas devienen obstáculos casi insuperables.

Lleno de pequeños tics y manías que establecen, poco a poco, una relación de complicidad con el espectador, el personaje nos lleva de la mano. Nos mueve a través de su barrio y nos presenta a los seres que lo habitan.

El recorrido es al mismo tiempo un viaje a través de sus deseos incumplidos y de sus fobias. Alfonsito es un desechado, un marginalizado, alguien que quedó fuera y apenas se las arregla para despertar cada mañana e intentar una fuga ilusoria. No hay en este ser acción heroica alguna y esa quizás su principal angustia, nada lo condena sino su propia incapacidad para dialogar con el otro, de ahí que su mayor obsesión sea parecerse a los demás, a la gente normal.

Humor y ternura se conjugan en este unipersonal. Al igual que Plush, anterior trabajo de este creador, Barrio Caleidoscopio articula un discurso en el que se funden técnica y emoción, belleza y rigor. Un trabajo de esta naturaleza debe ser ejemplo para los actores que prefieren soledad en escena.

El personaje de Cacho nos confronta incluso más allá de los límites de lo local. Su pieza teatral es acta para todos y posibilita una lectura más filosófica, o simplemente más detenida en el virtuosismo técnico del intérprete que ha de mostrado poder pasar sin problemas de una representación sin palabras al cine y de allí a una escena que da un mayor peso al diálogo consigo mismo y con el espectador.

Apuntes
Teatro local. Bruma, del grupo ecuatoriano Teatro del Cielo, se presenta hoy, a las 20:00, en el Teatro Centro de Arte (km 4,5 de la vía a Daule). Entradas: $ 10 público en general, se las adquiere en las boleterías del teatro.
http://www.eluniverso.com/2011/09/07/1/1380/paradojas-un-hombre-solo-obra-ecuatoriana.html

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