sábado, 17 de diciembre de 2011

"vacío" concierto de danza...

María Guadalupe Alvarez 18/12/2011:
La verdad q me quedé impresionada. Superó mis expectativas. Me alegro infinitamente que en Guayaquil se esté dando este proceso de revisión, de autoconciencia del lugar del cuerpo en la danza, en el teatro... Los bailarines en este caso asumen el reto con precisión y entrega buscándose al máximo y eludiendo las retóricas del lenguaje llamado experimental. Las coreografías excelentes, arriesgadas, al límite, volteando convenciones con altura y sofisticación, sin sobrantes ni fueras de tono; un orgullo para el escenario del ITAE. Gracias Jorge, Mario, Michelle, Vanessa!!!!

…Vuestro trabajo hace honor a la visualidad, pondera la capacidad de producir imágenes y está ya tensando esas barreras impuestas por la tradición a los dominios particulares de la expresión. La música además está muy bien seleccionada. Tiene presencia propia (me habría gustado que en la presentación previa que se hizo se hubiera hablado más de ella), en eso me quedaron en deuda.  Así que el camino está abonado y de seguro el trabajo con sonido, artes visuales y el que ya tienen con teatro tendrá coherencia.

Bertha Díaz :
Historias del Cuerpo.
Con Punto cero estamos ante una coreografía que se enarbola desde una experiencia de movimientos que se desencadenan de las pulsiones más primarias del individuo. El coreógrafo se ha sumergido en el material en que se halla la energía. El trabajo plantea desde ahí un entrelazamiento vincular, sensible, erógeno, con una postura dual: por una parte, la que implica la  exploración, el convivio, el pretexto; y, por otra, la que implica al cuerpo que comunica.  La exploración ha provocado un dinamismo donde los significantes que aparecen en l@s intérpretes llegan a operarse y activarse de forma diferente, deviniendo hacia una energía violenta, vertiginosa.  La pulsión rompe las certezas y la belleza real surge en un juego donde no hay linealidad y el único fraseo que existe y fabula el entramado, es el que generan los cuerpos en acción, encuentro y desencuentro. Los artistas entran en una orquestación energética donde cabe de la misma manera la consonancia y la disonancia. Se trata de una forma escritural de la danza, que tiene como punto de partida el mismo intérprete, pero indagado este en todas sus dimensiones.

Desterrada: .
Delia Pin Lavayen
Michel Mena  y Vanessa Guamán nos envuelven en el des-poseer femenino,     el  aferrarse, el tener  “algo”, “alguien” como signo del  destierro.
Donde los cuerpos  se des-usan, mezclan una y otra vez   con objetos asfixiantemente orgásmicos. Convirtiendo a la manipulación en lenguaje único de vida y  riesgo.
Objetos- excusas  de subsistencia hasta  converger y divergir  con la otra yo en el escenario, esa otra que también es identidad, negación, necesidad, deseo-terror, poder, humillación.
Desterrada tiene sabor  a dolor, angustia, amor-odio.
Desterrada es  detenerse  al recuerdo del  abandono, es  la  ausencia de tierra propia  que  “aterra”    y  descontrola. 
Punto Cero: Danza rítmica con música y sin ella. Coreografía de cuerpos que buscan un horizonte en el espacio,  cuerpos-peso, cuerpos- alivio, sostenidos en  miradas y encuentros de movimientos y sincronía pero sin  salir del punto cero. Muestran el punto cero,  en cada espacio vacío-humano existente vivo.
Danza que presume rojo, suciedad, en un ir y venir en el escenario.  Cabezas despeinadas que contonean preguntas y puntos huecos.

AIDA CALDERÓN:
La sensación que a uno le queda después del Concierto de Danza es de haber visto a dos bailarines y dos bailarinas dispuest@s a la fractura. No es coincidencia, cualquiera que haya recibido una clase de Jorge Parra o Michelle Mena sabe de lo que se está hablando: el rigor del trabajo cotidiano que deja surcos. Ver esto es muy emocionante. Gente que desde el extremo de sus posibilidades se descentran y transformados pelean una batalla que no solo tiene que ver con la resistencia física, sino con una necesidad vital. En una ciudad como Guayaquil, estas sesiones de largo aliento me han sido muy estimulantes para seguir trabajando, solo siendo consecuentes con el rigor que uno necesita es posible esta clase de experiencias.

Es muy clara la diferencia entre las tres coreografías, casi didáctica. Punto Cero es la coreografía que se siente más acabada, la claridad en los movimientos que permite buscar el extremo en cada uno de ellos, le da una sensación de coreografiados. Podemos ver a los y las intérpretes en función del movimiento. En Desterrada, al contrario, vemos a las intérpretes en función de la emoción que se supone que tiene que producir la coreografía, en lugar de hacer lo que tiene que hacer. Sin embargo pienso que es una cuestión de concepción, del lugar desde el cual uno se ubica como intérprete. Muy pronto se convierte en un tire y jale y se estanca en la reproducción lo cual es un problema porque le da un tinte melodramático. Hace falta juego, con la entrega que el juego requiere pero también con la ligereza de saber que es un juego. En cambio en Sandunga la imagen a través de la tela es atractiva, pero si en Desterrada la dificultad es el histrionismo en Sandunga el ritmo es hipotenso. Es decir que a pesar del cambio de ritmo del movimiento hay una especie de romanticismo o idealismo de cada movimiento que no le permite llegar a un extremo sin detenerse en cada transición para dar cuenta de que hay algo que le está pasando al intérprete. Es un riesgo desdramatizar el drama de uno, pero como dice Alejandra Pizarnik  “Y sobretodo mirar con inocencia, como si no pasara nada, lo cual es cierto” que implica darle la vuelta y desde ahí verlo para no estancarse en la tragedia personal.

La música en las dos primeras coreografías se convierte una relatora de la emoción y no en un elemento para seguir complejizando. Ahora que pienso en la clase de composición coreográfica a mi me pasaba cuando trabajaba en la clase de composición coreográfica que en las improvisaciones salían de un trasfondo emocional, pero el estudio del movimiento que había aparecido lo limpiaba y la técnica terminaba de darle forma y resulta que ya no significaba o era exactamente lo que yo pensaba que “quería decir”. Pero resulta que terminé descubriendo una posibilidad de mi a la que no me había enfrentado. Y sin embargo hay partes que siento haberme quedado arraigada en la emoción y no fui capaz de desprenderme. Otro elemento que me molestó durante la coreografía fue el uso a medias de la voz, en Desterrada como remarcación de la intención emocional, pero en Punto Cero parecía un quejido por el esfuerzo que ensucia. Algo que me llamó mucho la atención y sorpresa es el nivel de descolocación, descentramiento y vértigo al que llegaba la coreografía. Me obligaba a apretar el perineo. Aunque el lugar al que llega al final me choca un poco, no parece parte del resto de la coreografía y el nivel de delirio que tiene, es cuando menos locura se permite, todo está más explicado, cada imagen es más obvia, por lo tanto menos inquietante.

Es la primera vez que veo coreografías de los Zona Escena y me parece que es muy coherente y consistente, tiene espesor y eso no se lograría sin la constancia del trabajo cotidiano. Es lo que la “bohemia artística” de la ciudad no entiende.

Dan Franco:
Sandunga : Fue una demostracion de conflictuacion entre el y su transformacion de lo que siente de su ruptura , que lo cambia y lo obliga a una confusion total , que lo lleva a su cruda realidad.

Aida Calderón:
FELICIDADES!!!!!! UNA NOCHE ESPECTACULAR .. LAS COREOGRAFIAS QUE SON TUYAS FUERON REALMENTE LLENAS DE EMOCIONES .. Y GRACIAS POR HABERLO MOSTRADO! ME SENTÍA ASOCIADO A LO QUE ME MOSTRABAN .. Y ASI PUDE ZANJAR CIERTAS INQUIETUDES SOBRE LA DANZA!! GRACIAS MIL GRACIAS!

Jonatha Estrella:
MARAVILLOSO,asi puedo expresarme de mi visita a "VACIO". cada movimiento era una caricia en mi piel, a veces sutiles a veces ásperas, pero en cada momento mi alma vibraba...

IXORA ZAMBRANO:
Querido maestro, una siente verdadero orgullo y ternura de ver los sitiales del abnegado realizador ocupador por voluntades como la tuya: inspiración, trabajo, respeto por las formas, sin que falte el hálito verdaderamente creativo. Te deseo lo mejor en el esforzado camino de las artes -teniendo en cuenta que la danza abarca tantas otras. Muy afectuosamente, Ixora.
sobre "vacío"

DAN FRANCO:
Desterrada: Bueno a mi parecer , cuando la vi a Michelle y despues veo entrar a Vanessa pude sentir y ver que Vanessa es la parte masculina de Michelle , esto me llevaba a pensar , analizar y a reflexionar , que habia un conflicto de aceptacion y de odio hacia si misma , es algo que provoca una ruptura emocional .
Sandunga : Fue una demostracion del conflicto entre él y su transformacion de lo que siente, de su ruptura, que lo cambia y lo obliga a una confusion total , que lo lleva a su cruda realidad.

WALTER FRANCO:
periodista sección Cultura Diario El TelégrafoGracias, Gracias a todos ustedes los constructores porque sin su labor, los demás tendríamos poco o nada que hacer. Los  mejores deseos para Zona Escena y todos sus amigos, familiares y colaboradores.

MICHELLE MENA:
Es muy gratificante ser parte de esta gran familia que día a día comparto con mis compañeros: Vanessa, Mario, Jorge que permiten crecer junto a ellos y a sus experiencias, muchas gracias. Y muchas gracias a esos grandes artístas espectadores que nos permiten aprender y enriquecernos con el trabajo diario.

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